Agentes Pastorales
"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios , a fin de que anuncien las virtudes de Aquél que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable" 1 Pedro 2: 9.
El liderazgo de la iglesia, directores denominacionales, obispos, supervisores, pastores y educadores somos convocados por las Escrituras a acompañar y capacitar a este pueblo escogido por Dios con el fin de lograr impactar significativamente en cada lugar donde los cristianos desarrollan su vida cotidiana, y a la vez se transformen en agentes de bendición e influencia pastoral; en agentes pastorales.
Las comunidades cristianas han dado pasos muy valiosos en el empoderamiento de los laicos de nuestras congregaciones. Sin embargo, para enriquecer esta visión y desarrollar una iglesia que influya en los diferentes espacios de la sociedad, se hace necesario identificar en nuestras congregaciones los dones, talentos y vocaciones de servicio que el Espíritu Santo a dado a cada cristiano y cristiana.
Esta es la dimensión de servir al cuerpo de Cristo al interior de la iglesia local, como a la vez, de servir e influir con el poder del evangelio en todos los escenarios posibles donde exista la presencia de estos mismos cristianos. Sean estas escuelas, universidades, hospitales, fábricas, entre otras.
El liderazgo de la iglesia latinoamericana tiene la oportunidad hoy en día de realizar esta tarea con mayor profundidad y gozo.
El liderazgo de la iglesia, directores denominacionales, obispos, supervisores, pastores y educadores somos convocados por las Escrituras a acompañar y capacitar a este pueblo escogido por Dios con el fin de lograr impactar significativamente en cada lugar donde los cristianos desarrollan su vida cotidiana, y a la vez se transformen en agentes de bendición e influencia pastoral; en agentes pastorales.
Las comunidades cristianas han dado pasos muy valiosos en el empoderamiento de los laicos de nuestras congregaciones. Sin embargo, para enriquecer esta visión y desarrollar una iglesia que influya en los diferentes espacios de la sociedad, se hace necesario identificar en nuestras congregaciones los dones, talentos y vocaciones de servicio que el Espíritu Santo a dado a cada cristiano y cristiana.
Esta es la dimensión de servir al cuerpo de Cristo al interior de la iglesia local, como a la vez, de servir e influir con el poder del evangelio en todos los escenarios posibles donde exista la presencia de estos mismos cristianos. Sean estas escuelas, universidades, hospitales, fábricas, entre otras.
El liderazgo de la iglesia latinoamericana tiene la oportunidad hoy en día de realizar esta tarea con mayor profundidad y gozo.